viernes, 31 de agosto de 2012

PARA QUÉ SIRVE LA POESÍA

           Se ha dicho que la poesía puede amansar las furias del alma y redimir y hasta llenar el corazón humano de amor. En su doble vertiente, positiva o negativa, y con sentimientos bien inspirados, puede alimentar al espíritu, hacer huir la tristeza y distanciar la soledad.

          A lo largo de la historia, se ha demostrado que la inspiración poética ha sido, muchas veces, luciérnaga de vanguardia en la luz de la filosofía, y que rara ha sido la revolución o adoctrinamiento religioso o social en el que no haya intervenido un poeta. En otras ocasiones, es paño de lágrimas en catástrofes y desgracias, consolando a víctimas y a sensibilidades receptivas dolientes.

         En cierta ocasión, le preguntaron a Borges: ¿Para qué sirve la poesía? Y el poeta argentino contestó con otra pregunta: ¿Para qué sirve un amanecer? Fue una forma ingeniosa de devolver una pelota que tiene muchas jugadas en un largo partido. 

         Es cierto que en la vorágine del mundo actual, a la poesía se le pide que sirva mucho más a lo tangible. La dureza del mundo materialista real frente al mundo abstracto de las ideas puede ser agobiante. Pero si no fuera por la inspiración abstracta de los poetas, de los músicos y demás vocaciones artísticas que valoran, tallan y pulen las abstracciones del espíritu ¿a qué altura estaría el listón del materialismo despiadado y brutal? El poeta, cuando escribe sus versos, no quiere modificar la vida. No piensa embellecerla, como idea principal, tal y suelen hacer los estetas y muchos literatos, ni hacerla más justa y feliz, como sueñan los moralistas, pretende que el mundo sea menos envilecido. No desea sólo hacer más bello o idealista lo que inspira, porque la poesía que es testimonio sublime de amor, también lo es de desesperación, protesta y denuncia.

        Por otro lado, cuando Platón expulsó a los poetas de la república de las letras, no pensó que debía expulsar también a los músicos. Es evidente que la mayoría de las partituras importantes llevan poemas (letras) y viceversa. Y como la poesía es expresión sublime del alma si nos preguntamos: ¿Para qué sirve la poesía?, debemos preguntarnos antes muy seriamente: ¿Para qué sirve el alma?

                                                                                                                                                                                                                                     José María Lopera  

No hay comentarios:

Publicar un comentario